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Como se ha mencionado en los antecedentes, este Repositorio se fundamenta en dos investigaciones: la primera ya concluida, bajo el nombre “Tipobibliografía mexicana del siglo XVI (1540-1600)”; la segunda en curso, titulada “Tipobibliografía mexicana del siglo XVII (1601-1650)”. En ambos casos, la aplicación del riguroso método de análisis de la corriente teórica de la Bibliografía Material comprueba la existencia de las ediciones publicadas en la Ciudad de México durante los períodos establecidos. El análisis se realiza revisando físicamente los ejemplares de dichas ediciones, con el fin de obtener —entre otros elementos— los datos precisos de los materiales de impresión (las medidas de cada uno de los grabados, adornos, iniciales grabadas y tipografías; así como su desgaste o deterioro, su ubicación dentro del libro, los apartados textuales a los que acompañan; etc.). De este modo, se definieron los criterios de organización de los materiales: en primer lugar, la pertenencia de los mismos a cada taller de impresión; en segundo lugar, el año de aparición de cada pieza en las ediciones de dicha imprenta.

En septiembre 2020 ofrecimos digitalmente el corpus “completo” de ilustraciones del siglo XVI. No obstante, somos conscientes de que, para nuestra fortuna, siguen aflorando ejemplares cuyo material iconográfico, tipográfico y ornamental no ha sido registrado con anterioridad por la crítica especializada. Por lo que, a medida que vayan apareciendo más ediciones, se irá integrando al Repositorio el material correspondiente.

También en 2020 presentamos exclusivamente la sección de “Grabados” registrados en imprentas mexicanas del siglo XVI, con la intención de ir integrando posteriormente otras secciones que estaban en proceso de estudio, clasificación y tratamiento. Asimismo, en ese momento presentamos un avance de las colecciones del siglo XVII. En 2022 hemos inaugurado la sección de “Iniciales” registradas en imprentas mexicanas del siglo XVI. Esta sección se irá nutriendo paulatinamente en los próximos meses hasta agotar el siglo XVI. Paralelamente iremos incluyendo los avances de grabados del siglo XVII. Posteriormente, agregaremos las iniciales del siglo XVII, cuya investigación se encuentra en un incipiente proceso de realización.


La descripción especializada de los grabados y la clasificación de los mismos según su función dentro del libro en el que fueron integrados consolidó nuestro método biblioiconográfico, pues nos ocupamos del estudio del grabado dentro del contexto del libro en el que aparece. En este sentido, la propuesta de Mercedes Fernández Valladares —“De la tipobibliografía a la Biblioiconografía: consideraciones metodológicas para un Repertorio digital de materiales iconográficos de los impresos españoles del siglo XVI” (2020)— ha sido el punto de partida de este Repositorio, tanto por las posibilidades de organización de los materiales que pone a la vista como por las reflexiones que realiza acerca de la complejidad de este tipo de investigaciones. Asimismo, hemos retomado el magistral trabajo de Clive Griffin —The Crombergers of Seville (Oxford, Clarendon Press, 1988)—en el que el investigador establece una tipología de análisis para los grabados xilográficos.

Con base en las propuestas referidas anteriormente, hemos retomado algunas y creado nuevas categorías generales para clasificar los grabados según su materia y función dentro del libro en el que se localizan: a) de materia (escudo o emblema, figura religiosa, figura, marca de impresor y diagrama; b) según la función (ilustrativo devocional, explicativo científico, identificativo editorial, identificativo de patrocinio, identificativo de dedicatario y distintivo de orden religiosa). También hemos asociado a cada grabado una palabra clave (escena, medio cuerpo, rostro, manos, imagen alegórica, imagen simbólica, representación gráfica) y una nota descriptiva de su puesta en página: portada, portadilla, texto, colofón.

Las secciones de “Grabados” e “Iniciales” es resultado de un proceso de análisis que se resume en los pasos siguientes:
1) Analizamos materialmente la pieza iconográfica: registramos su medida, sus características de composición, su desgaste o deterioro (en caso de existir) en su primera y subsecuentes apariciones, su ubicación en la edición y/o las ediciones en que aparece.
2) Afinamos minuciosamente la descripción de cada pieza en cuanto a forma, materia y función.
3) Identificamos si la imprenta ha reelaborado alguna de las piezas iconográficas.
4) Localizamos la tradición bibliográfica que ha documentado la pieza.
5) Cotejamos las piezas entre las imprentas, lo que nos ha permitido rastrear el uso de los grabados y de la iniciales por más de una casa impresora: ya sea por préstamo, alquiler o traspaso entre los talleres de impresión novohispanos.
6) Rastreamos el posible origen de la pieza iconográfica, lo que ha permitido identificar esas mismas piezas utilizadas con anterioridad por imprentas europeas.
7) Tanto el cotejo como el rastreo del origen nos ha conducido también a la identificación de imitaciones de las piezas, de las que registramos la información en dos vías: si la imprenta que analizamos ha imitado la pieza utilizada con antelación por otra casa impresora; o si la pieza de la imprenta que analizamos ha sido imitada posteriormente y utilizada en otro taller de impresión.
8) Registramos los ejemplares de las ediciones que incluyen dicho material iconográfico, tipográfico u ornamental. Hemos consultado tanto presencial como digitalmente las bibliotecas nacionales e internacionales, para la recopilación de los impresos en imagen digital. Para el siglo XVI, nuestra fuente principal de material digitalizado ha sido el Proyecto Internacional Primeros Libros de las Américas. Impresos Americanos del siglo XVI en las Bibliotecas del Mundo (www.primeroslibros.org).

La contingencia sanitaria por COVID-19 nos ha obligado a adaptar el orden metodológico utilizado para el siglo XVI. Las dificultades de traslado a bibliotecas y archivos nos orilló a trabajar el material correspondiente al siglo XVII a partir de las digitalizaciones de ejemplares de las ediciones mexicanas del período, que se obtienen de los recursos abiertos disponibles en línea. De este modo, cuando localizamos un ejemplar nos dedicamos a extraer las imágenes de los grabados y a registrar su ubicación dentro del libro. A raíz de la paulatina apertura de las bibliotecas, estamos realizando el análisis in situ del que extraemos la información material (medidas, desgaste o deterioro, detalles de composición) y contextual (apartado textual al que acompañan), para completar la información que se obtuvo de las digitalizaciones.

De este modo, estamos cumpliendo con los objetivos del proyecto “Tipobibliografía mexicana del siglo XVII (1601-1650)”, que estará financiado por el CONACYT hasta el año 2023. En adelante, hacemos extensiva la invitación a otras instituciones y programas de investigación que gusten colaborar con nosotros para la ampliación de este generoso proyecto.